No se puede lograr la paz sin hablar con quienes luchan. Una frase obvia quizás, pero que en la práctica enfrenta varios desafíos. 

Es entendible que los gobiernos y los actores políticos sean reacios; las opciones en torno a relacionarse con los grupos armados son complejas, riesgosas y altamente políticas, y potencialmente no populares con el electorado.

Pero hablar con un grupo armado en aras de la paz no necesariamente significa reconocer sus objetivos y medios, ni es una recompensa para la violencia.

Y en muchos conflictos encontramos a quienes pueden y ya hablan con grupos armados de distintas maneras constructivas: para incentivar una devolución, para brindar un espacio para la autoreflexión y el desafío, o para prepararlos para negociaciones de paz constructivas.

Los gobiernos necesitan explorar la amplia gama de alternativas para relacionarse con los grupos armados y considerar los siguientes como principios rectores para lograrlo:

Comenzar a partir de una relación basada en el diálogo y considerar los obstáculos en la misma

Como hemos visto en Irlanda del Norte [en Ingles], Iraq y ahora Afganistán, a pesar de una posición inicial en contra de un contacto diplomático directo o indirecto con los grupos armados, en realidad, y frecuentemente después de muchos años de conflicto, los gobiernos casi siempre terminan por establecer un vínculo.

Sugerimos que desde el comienzo debería haber una suposición explícita de que es política y legalmente aceptable, y de hecho útil, relacionarse con un grupo armado con el objeto de resolver un conflicto violento.

Esta posición obviamente requiere asumir riesgos calculados y gestionados, pero nuestra experiencia en distintos contextos como el conflicto con el Ejército de Resistencia del Señor [en Ingles], en Mindanao en  Filipinas, y en Colombia, sugiere que vale la pena asumir estos riesgos en aras de la paz.

Sin embargo, cambiar el enfoque para establecer un vínculo requiere una reevaluación de los obstáculos para lograrlo, incluida la proscripción: la lista de grupos armados como organizaciones terroristas [en Ingles]. En nuestra experiencia, la proscripción rara vez se integra a esfuerzos mayores por promover la paz a largo plazo. La falta de transparencia sobre cómo se incluye o retira a los grupos de las listas y en qué listas aparecen, y la incapacidad para entender completamente el impacto de la proscripción en el contexto de un conflicto, conlleva a que los beneficios de prevenir un conflicto mayor sean insignificantes y, como mucho, a corto plazo.

Más aún, obstruir e incluso criminalizar el contacto por parte de terceros con los grupos armados proscriptos disminuye el espacio para el diálogo y para que estos terceros operen como mediadores. Los efectos de la proscripción pueden ser contrarios al fin propuesto; de hecho, puede debilitar los elementos moderados en un grupo armado y alimentar las percepciones de exclusión entre los distritos electorales que pueden compartir las aspiraciones de un grupo, aunque no sus métodos.

Considerar y utilizar una mayor variedad de alternativas para influir a los grupos armados 

Existe una gran variedad de modos y niveles de relación disponibles para influir y transformar a los grupos armados. Existen muchos elementos que pueden considerarse para preparar el terreno para un acuerdo político, sin que en lo más mínimo se entienda como reconocimiento o legitimación de un grupo o sus tácticas.

Gobiernos, grupos y ONGs – locales e internacionales – en particular pueden influir a un grupo armado debido a una evidente imparcialidad política, acceso o relaciones de confianza. Los contactos de bajo nivel entre un grupo armado y la sociedad civil, los líderes comunitarios o religiosos, por ejemplo, pueden poner a prueba el diálogo y la negociación, y ayudar a mejorar el entendimiento de la dinámica y las motivaciones de un grupo.

Los gobiernos regionales también ejercen una influencia en los grupos armados; abordar y mediar las tensiones regionales que afectan un conflicto, como el antagonismo entre Jartum y Uganda en el conflicto del Ejército de Resistencia del Señor, pueden a su vez alterar el rumbo y la solidez de un grupo armado.

Brindar un espacio para la autoreflexión a grupos armados no estatales es poco común, pero igualmente esencial. Les ayuda a reevaluar sus objetivos y métodos, y a reexaminar las causas del conflicto y la mejor manera de abordarlas. A este fin, Conciliation Resources junto con otros en el sector de la construcción de paz buscan brindar un desafío crítico e incentivar a los grupos armados a pensar de manera más amplia y estratégica sobre las maneras no violentas para alcanzar sus objetivos [en Ingles]. 

Desarrollar y emplear una buena práctica para relacionarse con los grupos armados

La dinámica interna de los grupos armados no estatales es compleja, y sus miembros pueden tener motivos discrepantes y contradictorios. Los gobiernos tienden a no tener experiencia interna en este área y, como resultado, el abanico oficial de herramientas y alternativas para relacionarse es limitada. 

Emplear incentivos monetarios para alentar a los grupos a alejarse de la violencia es cuestionable como beneficio ya que, en lugar de cambiar posiciones, puede inspirar el cinismo y las fricciones dentro de un grupo armado y ofrecer una solución temporaria en lugar de abordar una cuestión subyacente.

Entonces, es esencial que el gobierno oficial adopte una “buena práctica” interna en su enfoque para relacionarse con los grupos armados. Las decisiones – armarse, proscribir o relacionarse – deben basarse al menos en un completo entendimiento de las realidades de la dinámica del conflicto y la variedad de perspectivas de los actores dentro de un sistema de conflicto. 

Finalmente, se debería reconocer que el espacio para relacionarse a un nivel político más alto con frecuencia ha sido posible gracias a años de arduo trabajo por parte de organizaciones comunitarias, activistas y ONGs para mantener y construir vínculos y confianza.

Esto debería ser reconocido y apoyado por quienes formulan las políticas en casos específicos así como más generalmente, y ser visto como un aspecto fundamental de la transformación del conflicto.

*****

Dra Teresa Dumasy [en Ingles] es Directora de Políticas y Capacitación en Conciliation Resources. Este artículo se publicó por primera vez en Conflict & Security

*****

Para más información sobre el trabajo de Conciliation Resources acerca las relaciones con los grupos armados [en Ingles]:

La crítica de David Newton's sobre la decisión de la Unión Europea en julio de 2013 de proscribir el ala militar de Hizbulá [en Ingles]

Nuestra publicación Accord sobre relacionarse con los grupos armados (2005) y su resumen de políticas asociado (2009) [en Ingles]

Un informe publicado por Chatham House que explora el impacto de la proscripción en la resolución de conflictos (2010) [en Ingles]