Paz, seguridad, un futuro: necesidades básicas deseadas y buscadas desesperadamente por las personas inmersas en el conflicto violento. No obstante, reconstruir la confianza, los medios de subsistencia, las instituciones y las relaciones es una tarea compleja y de largo plazo, llena de avances y retrocesos. En esto consiste la tarea de construir paz. Y no nos podemos dar el lujo de no hacerlo.

He aquí apenas tres razones por las cuales la construcción de paz importa hoy día:

1. Porque los efectos del conflictos son de gran alcance

La mayoría de las personas que arriesgan sus vidas tratando de llegar Europa provienen de Siria, Afganistán, Somalia y otras regiones asoladas por el conflicto violento, la inseguridad o la represión política. Si bien podemos y debemos responder generosamente a su situación inmediata, una respuesta estratégica de construcción de paz debe examinar lo que puede hacerse 'en la fuente'. Se requieren esfuerzos concertados de mediano y largo plazo para ayudarle a la gente a enfrentar y atacar las causas fundamentales y los motores de los conflictos y sus legados. 

2. Porque las respuestas exclusivamente militares a los problemas políticos no funcionan

Los problemas de desigualdad, injusticia y exclusión están en el centro de muchos conflictos violentos. Mientras que la delincuencia puede nutrirse de y alimentar un conflicto, con frecuencia hay en juego agravios genuinos no abordados que se manifiestan de manera violenta. Es posible desplegar el poder militar para prevenir o defenderse de una amenaza inmediata, pero éste no puede resolver los problemas políticos, sociales y económicos subyacentes ni sostener la paz.    

3. Porque el conflicto destruye vidas e impide el desarrollo

Más de 1500 millones de personas viven en países afectados por el conflicto violento.  En todo el mundo, hay actualmente 59,5 millones de personas desplazadas forzosamente, de las cuales 19,5 son refugiados, entre los cuales la mitad son niños. Ninguno de los países de bajos ingresos afectados por el conflicto ha logrado siquiera uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, los cuales vencen este otoño. Los enfoques de construcción de paz, incluidos la mediación y la diplomacia, el dialogo y la participación,  son una parte esencial del  conjunto de herramientas necesario para cumplir con el Objetivo 16 de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, o sea 'promover sociedades pacíficas e incluyentes para el desarrollo sostenible’. 

 

Este artículo se publicó originalmente en Devex. Lea aquí la versión completa.